martes, 20 de mayo de 2014

Chávez y una economía del pueblo

*Nota publicada en la revista Inconsciente Colectivo N° 14 (Abril 2014)


“La economía moderna es dirigida. O la dirige el Estado o la dirigen los poderes económicos. Estamos en un mundo económicamente organizado por medidas políticas, y el que no organiza su economía políticamente es una víctima.”, la cita de la autoría del pensador nacional Arturo Jauretche bien podría ser un extracto discursivo del líder bolivariano Hugo Chávez  refiriéndose a la concepción político económica que impulsó en sus 4 períodos presidenciales y nos orienta en cuáles fueron los pilares de este “Socialismo del Siglo XXI”.

“La economía del país caribeño estuvo atravesada por la imposición de una “economía de mercado”: privatizaciones, desempleo, desigualdad y profundas “relaciones carnales” con el imperio del norte.”

 En los últimos 14 años la República Bolivariana de Venezuela ha vivido profundos cambios políticos, sociales y económicos.  Una política orientada  a la redistribución de la principal fuente de ingresos a través de su principal producto exportable, el petróleo, y la reinversión de las divisas obtenidas en programas sociales que van desde la educación, la vivienda, el trabajo, la alimentación, hasta el desarrollo tecnológico e industrial de un país que hasta hace 15 años atrás era considerado uno de los más desiguales de la región.
La recuperación de la soberanía de su producción petrolera (la nacionalizada PDVSA) significó el primer gran paso hacia la inversión social con capitales que en el pasado eran fugados hacia el exterior. El crecimiento económico se mostró sostenido y en alza desde la asunción de Chávez en 1999. Durante estos 14 años los indicadores de la economía venezolana han mostrado un crecimiento del PBI (Producto Bruto Interno) de U$S 97 millones en 1999, a casi U$S 400 millones en 2011. La pobreza se redujo de un 21% en 1998 a un 7% en 2012. Lo mismo sucede con el desempleo que hoy registra uno de los niveles más bajos de la última década (6,4%).

“Si bien los indicadores internacionales muestran a Venezuela como la cuarta economía más grande de América Latina, los medios de comunicación internacionales no dejan de mostrar a las políticas bolivarianas como “cortoplacistas” y a su economía “al borde del abismo” constante.”

Para comprender la magnitud de los cambios experimentados en Venezuela es necesario algo más que la fría estadística. Hace falta remontarse a períodos anteriores a las presidencias de Chávez y ver cómo su país fue durante años sólo una parte más del “patio trasero” de los Estados Unidos. Como un triste reflejo de nuestra propia historia como Nación, la economía del país caribeño estuvo atravesada por la imposición de una “economía de mercado”: privatizaciones, desempleo, desigualdad y profundas “relaciones carnales” con el imperio del norte.
En la actualidad la deuda pública venezolana representa sólo un 13% de su PBI y se han cancelado en su totalidad los compromisos con el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo cual (bien lo sabemos en Argentina)  le da al Estado Nacional mayor poder de decisión en las políticas económicas que desee implementar.
Al margen de estos datos, quizás el principal logro económico de Hugo Chávez al frente de su Patria no pueda ser medido en términos porcentuales. Aquí debemos destacar la decisión de volver a plantear a la economía como parte de una mirada política, es decir una economía política al servicio de un proyecto de Nación y ya no como en algún momento nos quisieron hacer creer que sólo se reducía a la tecnocrática sabiduría que ostentaban los gurúes económicos formados en universidades extrajeras, como la de Chicago.
Chávez lidió durante sus años al frente de la presidencia con constantes ataques e intentos de desestabilización económica. Sus transformaciones no fueron bien recibidas por una elite local que veía cómo su poder político se diluía en las decisiones populares que encabezaba la revolución bolivariana. Hoy la actualidad vuelve a mostrar que las batallas se siguen librando en materia económica, si bien los indicadores internacionales muestran a Venezuela como la cuarta economía más grande de América Latina, los medios de comunicación internacionales no dejan de mostrar a las políticas bolivarianas como “cortoplacistas” y a su economía “al borde del abismo” constante. A pesar de todos estos “pronósticos”, Venezuela se ha integrado como miembro pleno del Mercosur.

La economía al servicio del pueblo y de cara a sus necesidades. Con sus avances y sus luchas cotidianas. Como la historia nos enseña a cada día. Sea Argentina o Venezuela. Sean las palabras de Chávez o Jauretche.

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